Que Bacán que es el Quiteñísimos…..!

B

Bacán: esta palabra es un argentinismo que entró al Ecuador por el puerto de Guayaquil a comienzos del siglo XX y con facilidad se naturalizó como ecuatoriana. Hay quiteños, en especial los más jóvenes, que están convencidos de que nació con ellos, pero la verdad histórica es que los italianos que llegaron a Argentina a comienzos del siglo XIX trajeron consigo ciertos términos como este, originario de Génova, que se deriva de «bacco» (bastón), por lo que «bacán» era el que llevaba el bastón, el capitán, el líder, aunque en Argentina se transformó en sinónimo del que tiene riquezas. Muy pronto «bacán» se adaptó al lunfardo argentino e hizo su aparición en el tango «Mano a mano» de 1923 («que el bacán que te acamala, tenga pesos duraderos…») y hasta tuvo su femenino («hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta…»). En el Ecuador, «bacán» se usa como sinónimo de «chévere», lo que -según el desaparecido poeta guayaquileño Fernando Artieda- es un error porque una persona «chévere» es agradable, en tanto que un «bacán» es un «prepotente». Pese a lo expresado por Artieda, en Quito y en otras partes del país -y de Latinoamérica- «bacán» es sinónimo de algo o alguien «excelente». De ahí se deriva la palabra «bacano» y también el superlativo «bacansísimo».

Bagre: mujer fea, a semejanza del pez a que se hace referencia.

Bagrero: que le gusta andar con «bagres».

Bajar el moco: echar abajo las ínfulas de alguien. Ej: qué bueno que le bajaste el moco a ese creído insoportable.

Banco: tonto. Este «adjetivo» ha formado parte del habla quiteña desde décadas atrás, por lo que cuando en los años 70 se difundió la publicidad del Banco del Pacífico, la gente se reía de ella. El jingle publicitario decía: «este es un banco banco…». Para los quiteños de entonces, lo que escuchaban era un absurdo: «un banco tonto». Los que diseñaron la publicidad no imaginaron el impacto que esta tendría en la sociedad quiteña, en especial la de los sectores populares.

Bestia: tiene varias acepciones: ¡qué extraordinario!, ¡qué tontería! Ej: bestia, me olvidé las llaves. No jodas, loca. Bestia, le viste a ese man, guapísimo.

Bienechito: te mereces lo que te sucede o sucedió.

Bien mal: muy mal. Ej: como está tu taita? Bien mal, para qué.